Valle-Inclán y el insólito caso del hombre con rayos x en los ojos.

 Valle-Inclán y lo fenomenal.

La Felguera Ediciones, 2014

«Un relato apasionante de la sociedad de la época […] Un episodio singular y una faceta insólita de Valle-Inclán», El Confidencial

«Un episodio insólito en el que terminaron tomando parte el escritor Ramón del Valle Inclán y el ilusionista Harry Houdini», Vox Populi

«Una delicia editorial de un sello tan joven como original», El Mundo

«Un hermoso libro […] rescata la historia de Argamasilla, cuyos poderes mentales animaron en los años 20 el debate intelectual sobre ciencia y espiritismo», La Voz de Galicia

«Olé por La Felguera. Digno de enmarcar», David Bizarro

  Pepi Bauló

(T.I.V.)

El imperio de la música se extiende alrededor, 
cargado de mentiras. 
Pongamos bajo llave al personal artístico y a la falsa cultura. 
No tengo yo la culpa si existen espectáculos 
con humo y rayos láser, 
y el escenario está lleno de necios que se mueven. 

Up patriots to arms. Engagez Vous. 
La música contemporánea es peor aún. Es peor aún.

Franco Battiato

Valle
          Inclan y el insolito caso del hombres con rayos x en los ojos

    A ninguno de mis compañeros de El pasajero se le escapa el alborozo con el que yo recibo siempre las investigaciones sobre Valle-Inclán que lo muestran de manera diferente al punto de vista tradicional o canónico, dicho sea esto con el mayor respeto por los estudios académicos sobre su biografía o su obra.

    A mi parecer, resultan valiosísimas las aproximaciones desde otras disciplinas para configurar ese estupendo caleidoscopio valleinclaniano que es la bibliografía sobre el autor gallego. En ese sentido, Valle-Inclán y el insólito caso del hombre con rayos X en los ojos, publicado por La Felguera Editores, es una joya auténtica. Este libro salió a la luz en 2014, cuando sus singulares líneas de edición ya prometían lo que en la actualidad es un hecho incuestionable: que se han ganado una solvente y merecida fama de sello original y alternativo. Su director, Servando Ochoa, que también capitanea el colectivo y el fanzine del mismo nombre desde la década de los noventa, es un ensayista y novelista canario que sin duda le hubiera caído muy bien a don Ramón. Os aconsejo vivamente que leáis sus libros, en especial, La facción caníbal. Historia del vandalismo ilustrado, (La Felguera Ediciones, 2012) y Agotados de esperar el fin. Subculturas, estéticas y políticas del desecho, (Virus Editorial, 2008).

    Si el lector advierte que me estoy desviando del motivo de esta reseña, le confesaré que lo hago, en parte, para hacerme perdonar lo mucho que he demorado su escritura por causas de aquellas que suelen definirse como ajenas a la propia voluntad. No les aburro con los detalles pero les ruego que crean que, en este caso, las causas fueron poderosas.

    Centrémonos en el libro y su protagonista: Joaquín María Argamasilla de la Cerda y Elío o, si lo prefieren, el supermán español de los años 20. Su caso fue muy notable en la época y los medios se hicieron eco de sus actuaciones públicas. El joven aseguraba ser poseedor de una visión especial que le permitía ver a través de los objetos y superficies opacas. Un auténtico X-Men.

Abc 24 de mayo de 1924    En nuestros días, cualquier noticia de este calibre alcanzaría rápida difusión en los medios; pero en los años de entreguerras no era tan sencillo. Y, sin embargo, la fama del joven se expandió internacionalmente y alcanzó altas esferas sociales. Ello hasta el punto que la propia reina María Cristina constituyó una comisión para estudiar el caso Argamasilla. Presidida por Ramón y Cajal, la formaban neurólogos, psiquiatras, físicos y un largo etcétera de especialistas, y tuvo la virtud de poner en juego el prestigio de muchas autoridades científicas. La repercusión del insólito caso fue tal que Harry Houdini, el famoso escapista americano, tomó cartas en el asunto, por así decirlo, con el propósito de desenmascarar al vidente.

    Los co-autores de Valle-Inclán y el insólito caso del hombre con rayos x en los ojos, Grace Morales y Ramón Mayrata, no son estrictamente especialistas en Valle-Inclán pero sí en temáticas afines a su personalidad literaria y social. Trabajando en ese arco de influencias, han abordado con gran minuciosidad el caso Argamasilla acercándonos a un episodio tangencial pero significativo de la vida del autor gallego. Un episodio que ilustra a la perfección sobre sus intereses y los ambientes que frecuentaba, los temas de los que hablaba… lo que vienen siendo las relaciones del hombre con su tiempo.
 
    Grace Morales, ensayista especializada en arte, mundo pop y disciplinas heterodoxas como el ocultismo, firma el capítulo “Valle-Inclán y la luz astral del peregrino” en el que, eficazmente, nos sitúa y pone en antecedentes tanto del momento histórico como del panorama artístico y literario en el que se producen los hechos. Morales describe el contexto en el que encontramos a un Valle entusiasmado por los saberes esotéricos, a un Valle místico, a un Valle, como se diría en la actualidad, alternativo. Efectivamente, el mismo que asiste a los eventos de ciencia y sociedad es también el autor de la Lámpara maravillosa, ese auténtico breviario espiritual en clave poética. No puedo por menos que preguntarme ¿cómo presentaría una editorial de hoy día este título de Valle-Inclán? ¿Un libro de new age, un breviario de espiritualidad, un ensayo en prosa poética? Pero esta es reflexión para otro artículo y hemos de seguir con este.

Cartel Melies    El escritor Ramón Mayrata, bien conocido como guionista y por sus libros de magia e ilusionismo, se encarga de combinar las piezas de un puzzle documental y periodístico alrededor del tema científico de moda, los rayos X, así llamados por la incógnita inherente a su naturaleza. En el capítulo “Valle-Inclán, Harry Houdini y el hombre que tenía rayos en los ojos” analiza la intervención de Houdini en el desenlace del caso Argamasilla con una nutrida documentación e insólitos detalles como el de que fue la segunda esposa de Sir Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes, la causante de que Houdini se sintiera estafado por el mundo de los videntes y espiritistas.

    Pero volvamos al caso Argamasilla. Además de ser un hombre moderno, Valle-Inclán fue siempre muy amigo de sus amigos y lo era del padre del protagonista de esta polémica, don Joaquín José Javier Argamasilla de la Cerda y Bayona, marqués de Santa Cara (1870-1940) padrino de su primogénito, a quién dedicó la edición de 1916 de La lámpara maravillosa. Esta amistad, unida a su conocido interés por lo esotérico, las ciencias ocultas, los fenómenos y el psiquismo, le llevó a posicionarse como valedor de Argamasilla hijo. Se pronunció públicamente afirmando que las demostraciones empíricas no pueden aplicarse siempre a todo lo real. En otras palabras, que no todo lo real es demostrable y que dichosos aquellos que creen sin ver porque de ellos será el reino de los fenómenos.
Houdini y Argamasilla en Nueva York    Envalentonada por sus garantes, la familia Argamasilla se lanzó a una gira internacional con aventura americana incluida. Esta visita a los Estados Unidos en 1924 fue, tal vez, el principio del fin. Permitan el juego de palabras del enunciado, pero lo cierto es que la fama del hombre de los rayos X en los ojos llegó a los oídos del gran escapista Harry Houdini. Este quiso poner a prueba aquellos supuestos poderes y consiguió que Argamasilla fracasara en sus pretensiones. Houdini era un opositor declarado del mundo sobrenatural, posiblemente porque habían intentado engañarle haciéndole creer que podía comunicarse con su difunta esposa. También puede ser que Houdini quisiera conocer de cerca a cualquier posible rival en el mundo del show bussines de la época. Sea como fuere, el encuentro, inmortalizado fotográficamente, de Argamasilla y Houdini fue un bombazo periodístico de gran calibre.

    ¿Era un caso de mentalismo? ¿Era un nuevo descubrimiento científico? ¿Era un pájaro o un avión? Valle no necesitaba precisar tanto ni hilar tan fino, para el escritor era una cuestión de amplitud de miras, de ansias de trascendencia. Y, por qué no, de nuevas estéticas. El escritor que describió tres posturas para el narrador, el adalid de la visión de altura, utilizaba esa distancia, obtenida a través de la proyección fuera del cuerpo, convirtiéndola en esa perspectiva estética, alejada del tiempo, el espacio y los sentidos. Esa misma perspectiva que Valle denomina visión estelar o astral y que aplicó a sus obras La media noche y En la luz del día, basadas en su experiencia “sobrevolando” las trincheras de la Primera Guerra Mundial como corresponsal de El Imparcial en 1916, mismo año en el que publicó La Lámpara Maravillosa.
    Lo más curioso de esta historia, además de un vínculo curioso con el tema del cinematógrafo que hemos mencionado más arriba, es su final: una vez puesto en entredicho, un joven Argamasilla, ya no tan joven, se incorporó a la Vicesecretaría de Educación Popular recién creada por el gobierno franquista. En ella desempeñó diversos cargos y cometidos, entre ellos el de censor. Con el tiempo llegó a ser Director General de Cinematografía. El hombre estaba predestinado al mundo del espectáculo y en él se mantuvo contra viento y marea a pesar de, o tal vez gracias a, ser de noble cuna.
    Si se es seguidor de Valle-Inclán, este libro resulta interesante pero realmente lo que hace que sea tan completamente imperdible es la cantidad de información que aporta y las numerosas ventanas que abre sobre la sociedad los años 20. Además de los dos estudios mencionados, el libro se completa con una traducción de un texto de Harry Houdini sobre el hecho, otro texto que ejemplifica la batalla de la ciencia con el aporte del doctor Gonzalo Rodríguez Lafora, cartas del padre de Argamasilla y testimonios del mismo Valle-Inclán alrededor de la polémica historia.

Ministerio del Tiempo    Personalmente, no puedo evitar hacer paralelismos con nuestro presente. Sandro Rey, por poner un ejemplo de vidente mediático muy habitual en las madrugadas televisivas de los hogares insomnes, tal vez contaría con don Ramón como telespectador, aunque me temo que, con la información de la que disponemos en este momento sobre el personaje, lo más probable es que lo corriese a bastonazos. Comprendamos bien el sentido de estos personajes que ahora denominamos frikis pero que realmente, hoy como ayer, son indicativos de los problemas que acucian a una sociedad en crisis que desea conocer su futuro, cuando la economía y la política auguran un panorama confuso y poco halagüeño.

    Siguiendo con la idea de un Valle-Inclán telespectador, no está de más mencionar que, recientemente, el caso Argamasilla ha formado parte de la trama de El Ministerio del Tiempo, una serie de Radio Televisión Española de género fantástico y ficción histórica. En uno de los capítulos podemos ver escenificada una de las sesiones de demostración a la que asistieron Ramón y Cajal, Valle-Inclán y otros ilustres.
   
Desde esta reseña solo nos queda recomendar vivamente la lectura de este libro y seguir leyendo a Valle-Inclán, ese escritor moderno y hombre curioso siempre fascinado por el juego entre lo real y lo ilusorio: "El ciego se entera mejor de las cosas del mundo, los ojos son unos ilusionados embusteros", afirmará Max Estrella ante el Ministro en la escena octava de Luces de bohemia.

Pepi Bauló.

Book-trailer aquí: http://vimeo.com/107027996


El Pasajero, núm. 28, 2016.
 

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