DIVINAS PALABRAS Y LA MÚSICA














EN LA ÓPERA CON ANTÓN GARCÍA ABRIL

    Basándose en la obra de Valle-Inclán y con libreto de Francisco Nieva, el compositor Antón García Abril (Teruel, 1993) realizó su adaptación operística de Divinas palabras para voces solistas, coros y orquesta.

    Esta ópera se estrenó el 18 de Octubre de 1997, en los actos de inauguración del Teatro Real de Madrid, aunque estaba ya finalizada en 1991. Los continuos problemas de las obras de rehabilitación del Teatro Real retrasaron considerablemente su estreno lo que, según declaraciones del propio compositor, le dio ocasión para trabajar la obra en profundidad, variando y mejorando la primera versión.

    El director escénico del estreno, José Carlos Plaza, contó con un elenco actoral de lujo: entre otros, sus intérpretes principales fueron Plácido Domingo, Elizabeth Matos, Inmaculada Egido, Raquel Pierotti y Enrique Baquerizo. La dirección de la Orquesta Sinfónica de Madrid corrió a cargo de Antoni Ros Marbá. El tenor y el director de orquesta coincidieron en señalar el trabajo de García Abril como de una gran solidez operística que se beneficiaba de los valores teatrales del texto.

    La grabación de dos horas y treinta minutos, y de la que también existe una versión para voces y piano, puede escucharse en el sello Bolamar. Anteriormente, el compositor había musicado la puesta en escena de otras obras de Valle: Luces de Bohemia (Teatro de Bellas Artes de Madrid, 1971); Tirano Banderas (Teatro Español, 1974) y también Divinas palabras (Teatro de Bellas Artes de Madrid, 1961)

    La obra sinfónica de García Abril es muy extensa y abarca muchas formas musicales: ópera, conciertos, cantatas, música de cámara y canciones y en un tanto por ciento muy elevado estas obras participan de una inspiración literaria.


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PENDERECKI Y VALLE-INCLÁN: MÚSICA Y RELIGIÓN

    Hace más de veinticinco años que leyó Divinas palabras pero no ha olvidado la fascinación que ejerció sobre él. Así lo manifestó el premiado compositor Krzysztof Penderecki durante una rueda de prensa ofrecida en Oviedo con motivo de la ceremonia de entrega de los galardones Premio Príncipe de las Artes 2001. El compositor, nacido en Debica (Polonia) en 1933, ha estrenado varias de sus obras en España y conoce bien la evolución musical del país que considera notoria en lo que respecta a los últimos treinta años. De todos modos su impresión general es que desde la última gran guerra las artes no han experimentado un impulso verdaderamente nuevo.

    La vanguardia musical de los años 60 tuvo en Penderecki a uno de sus más importantes protagonistas pero también a uno de sus principales críticos por lo que sus opiniones han hecho de él un hombre tan versátil como polémico. La polémica le ha acompañado desde muy joven como lo demuestra su determinación de escribir música religiosa en la Polonia de los años 50, desafiando la prohibición gubernamental, y cultivar esta línea creativa hasta los años 80. Para el compositor polaco la música religiosa era un campo como otro para la innovación musical al tiempo que le permitía vincularse a causas comprometidas basándose en temas como el cardenal Wyszyïnski, el sindicato Solidaridad o la denuncia de la barbarie de Auschwitz. De hecho la música religiosa ha sido una de las constantes de su producción y, posiblemente, uno de los motivos de acercamiento a la obra de Valle-Inclán que tanto le impactó en su momento.

    Su talento musical ha estado siempre al servicio de las causas que le han parecido justas, una prueba de ello es su conmovedora Threnody for the victims of Hiroshima, pero desde hace un tiempo, con el advenimiento de las democracias y dejando paso a los más jóvenes, ha declarado que siente liberado su arte de las componentes política y social y desea dedicarlo solo a la creación de belleza. En el marco de esta decisión ha determinado versionar operísticamente la obra de Valle-Inclán, Divinas palabras, de la que opina que está escrita como un libreto. Esta tarea, para la que desea recluirse en algún rincón de Galicia, deberá necesariamente compaginarse con su propósito de escribir nueve sinfonías, como hiciera su admirado Beethoven, en el plazo de veinte años. A no dudarlo sus obras tendrán el denominador común de la calidad puesto de Penderecki se ha caracterizado siempre por una gran exigencia formal y de contenido en su trabajo, alejándolo del populismo que, en su opinión, representan fenómenos musicales mediáticos como los “Tres Tenores”.


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UNA BANDA SONORA PARA DIVINAS PALABRAS

    El grupo gallego de música folk MILLADOIRO compuso la banda sonora de la película de José Luis García Sánchez, Divinas palabras. El disco fue grabado en 1987 en los Estudios Eurosonic de Madrid con temas originales de composición propia combinados con temas tradicionales. Algunos de los componentes del grupo han estado desde siempre vinculados a la música tradicional celta y gallega recorriendo Galicia, sus romerías, ferias y teatros, y poniéndose en contacto con los viejos gaiteros herederos directos de la tradición: Os Campaneiros, os Irmáns Garceiras, os Areeiras, os Rosales y un largo etcétera han sido maestros y compañeros del grupo. En cuatro de los temas se contó con la colaboración de la protagonista del film, la también cantante Ana Belén. Para más información www.milladoiro.com.


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El Pasajero, invierno 2003



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